Guatemala es una tierra rica en biodiversidad; gozamos de bellos paisajes, de una flora repleta de colores y de una imponente fauna. La naturaleza tiene un poder innegable y es una fuente de recursos que a veces damos por sentado. Y precisamente allí podemos encontrar también soluciones a algunos de los desafíos más críticos que enfrentamos como país, como la desnutrición infantil.
En 2023, el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Guatemala (SIINSAN) reveló un preocupante incremento del 25.7% en los casos de desnutrición infantil en comparación con el año anterior, y un crecimiento alarmante en el número de fallecimientos de menores de cinco años debido a esta condición. Al menos uno de cada dos niños en nuestro país sufre de malnutrición (incluye desnutrición u obesidad, que también tiene alta incidencia en el país).
Ante esta realidad, surge el inevitable interrogante: ¿qué podemos hacer como guatemaltecos para enfrentar este problema? Aunque las cifras son preocupantes y evidencian una situación desalentadora, afortunadamente una de las respuestas nos remite a la riqueza inigualable de nuestra tierra. Hablamos específicamente del árbol de mezquite, también conocido como campeche.
Los beneficios del árbol de Campeche
Este árbol es una especie nativa con múltiples usos que resulta especialmente relevante en regiones afectadas por la pobreza, como el corredor seco de Guatemala. Lo que más destaca es su versatilidad, ya que sus frutos pueden ser molidos para producir una harina que sirve como base para una amplia gama de alimentos, desde bebidas calientes hasta tortillas.
Otro punto a favor del campeche es su valor nutricional, por el alto contenido de proteínas y aminoácidos esenciales en sus frutos. Esto los convierte en una fuente importante de nutrientes y energía para niños, jóvenes y adultos; todos pueden disfrutarlos. Esta característica hace que los productos derivados del árbol de Mezquite no sólo sean accesibles, sino también una herramienta efectiva para mejorar la salud alimentaria de las familias. Aquí hago un paréntesis para animarlos, si es que aún no lo han hecho, a probar las galletitas hechas a base de mezquite por las comunidades que trabajan junto a AgroProgreso, nuestra unidad de negocio especializada en agroindustria, en el área de Sanarate. Una opción deliciosa, nutritiva e ideal para llevarlas a todos lados.
Tampoco podemos olvidar que el mezquite posee a la vez una característica única: es capaz de producir frutos sin necesidad de lluvia, lo cual lo convierte en una opción excepcional para reforestar áreas secas. Otro aspecto interesante es que, tras solo 3 años de ser plantados, 25 de estos árboles pueden absorber hasta dos toneladas de CO2 anualmente, impactando en la mitigación del cambio climático.
Como si no fuera suficiente, ¡no hay desperdicio con ninguna parte del árbol de campeche! Además de los frutos, sus partes ofrecen beneficios medicinales significativos. Por ejemplo, las hojas se emplean para tratar distintos malestares como dolores de cabeza o problemas digestivos gracias a sus propiedades analgésicas. Sus raíces pueden aumentar la retención de agua en el suelo durante la temporada de lluvia y su madera proporciona tintes utilizados en pinturas artísticas.
Una anécdota curiosa es que, hace unos meses recibí dos regalos muy especiales: una rosa tallada por un artista de la Finca El Pilar utilizando la madera de mezquite y un hermoso cuadro elaborado con tinta extraída del árbol. Son detalles como estos los que me hacen reflexionar y seguir impulsando el amplio potencial y la diversidad de beneficios que el campeche puede ofrecernos en diferentes áreas.
Aprovechando nuestros recursos: Iniciativas de Progreso
La simple plantación de Campeche no resolverá por sí sola el problema de la desnutrición. Por eso, es esencial promover programas que fomenten un manejo sostenible de los bosques, teniendo en cuenta los objetivos que perseguimos al sembrarlos. Al adoptar este enfoque integral identificamos y aprovechamos soluciones basadas en la naturaleza, que no sólo contribuyen a la seguridad alimentaria sino que también promueven el desarrollo económico y brindan beneficios al medio ambiente.
En este contexto, AgroProgreso ha desarrollado el Programa Agrobosques, cuyo objetivo es establecer «Bosques Energéticos» gestionados de manera racional para la producción de madera como fuente de energía renovable. Este programa ha promovido la siembra y el aprovechamiento de más de 300 especies vegetales, incluyendo el árbol de Campeche, investigado desde hace más de diez años con el propósito de introducirlo y cultivarlo en comunidades cercanas a la planta San Miguel en Sanarate.
Además, el Programa de Siembra de Mezquite fomenta el cultivo de esta especie endémica para contribuir al bienestar de las comunidades locales. 14 familias han sido beneficiadas proporcionándoles terreno para el cultivo del árbol, permitiéndoles consumir y comercializar los resultados de la cosecha. El impacto de la iniciativa también ha beneficiado de forma indirecta a otras 54 familias.
AgroProgreso y la Fundación Carlos F. Novella desarrollaron la estrategia denominada La Ruta del Campeche, que brinda apoyo alimentario a la población del corredor seco gracias a la siembra masiva de árboles destinados a satisfacer las necesidades de autoconsumo de las familias durante los primeros tres años. A partir del cuarto año, los excedentes de la producción de harina pueden comercializarse, ofreciendo una fuente adicional de ingresos.
Combatir la desnutrición demanda soluciones integrales y efectivas. Por eso considero que, al comprometernos con programas que aborden esta problemática apostando por el uso sostenible de nuestros recursos naturales, sentamos las bases para un futuro más próspero para todos. Estoy muy orgullosa de lo que el equipo de Agroprogreso ha logrado con esta especie, y seguiremos haciendo hincapié en la importancia de este árbol para hacerle frente a esta problemática con una solución brindada por nuestra propia tierra guatemalteca. Después de todo, debemos recordar que el bienestar de los niños es la base sobre la cual se construye el progreso de todo país.