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Nuestro reto más importante: construir un mundo más justo e igualitario

Desde mi experiencia de vida, y las de otras mujeres de las que me he rodeado, comprendí que si bien ser mujer es un reto constante, también representa una variedad de oportunidades por aprovechar. Sé que para muchas mujeres estas posibilidades no son tan “fáciles” de alcanzar, sea por falta de recursos o porque tienen necesidades o prioridades diferentes. Pero todas nacimos con un desafío en común: transformar el mundo en el que vivimos para que las siguientes generaciones vivan en una sociedad más igualitaria. 

Y mi objetivo con esta reflexión es inspirarlas a confiar en sí mismas, y ser las protagonistas de sus propias historias. No necesitamos alcanzar grandes metas u objetivos, lo más importante es celebrar cada pequeña victoria que nos acerca a ser nuestra mejor versión, en cualquier ámbito que nos propongamos.

El emprendimiento femenino como herramienta de progreso

Es por eso que hoy toco uno de los temas que más me apasionan porque resume la esencia de mucho de lo escrito previamente: el emprendimiento femenino. 

La decisión de emprender es una aventura a la que muchas mujeres vienen sumándose durante los últimos años. En el país la tendencia crece, lo cual se vio reflejado en el reporte del Global Entrepreneurship Research Association 2022, donde Guatemala ocupó el primer lugar en el ránking de mujeres emprendedoras, con un 28.2%. El estudio enfatiza que la región de Latinoamérica y El Caribe ha sido caracterizada por este comportamiento desde hace muchos años, donde los países subdesarrollados han sido los que mayores tasas de mujeres emprendedoras perciben.

Las razones son diversas según el Estudio de Emprendimiento Femenino Guatemalteco 2023 de Wonder Woman Guatemala, desde ser “su propia jefa”, con un 42.7%, por la necesidad de obtener ingresos adicionales a su empleo principal, con un 29.6%, y por sobrellevar la falta de oportunidades laborales en el mercado, con un 18.4%. Sea por la razón que fuere, creo firmemente que una empresa creada, liderada y/o conformada por mujeres ya es un éxito. 

Pero, ¿qué representa la participación de una mujer emprendedora en la sociedad? Hoy les comparto tres ideas que para mí resumen la sinergia del emprendimiento y la mujer:

1 | El ejemplo de una mujer con visión

Emprender significa que tenemos una visión que queremos compartir. Es dejar que nuestras metas y sueños se conviertan en realidad a partir de la acción y determinación, los ingredientes principales del éxito. 

Por un lado, el trabajo es interno e individual, ya que tenemos que confiar en nuestras propias habilidades e instintos, desarrollar esa líder que tenemos dentro. Pero por otro lado, es enriquecedor iniciar esta aventura porque representa que la compartiremos con más personas. Ser líder significa que vamos a tener la responsabilidad de gestionar equipos de trabajos diversos, a la vez que descubrimos y creamos nuestra – y la de quienes nos rodean – versión más resiliente, innovadora, creativa y curiosa. 

2 | Aporta al desarrollo de la sociedad 

La mujer desempeña un papel clave en toda sociedad, y es innegable el impacto económico que tienen los emprendimientos femeninos en el país, principalmente por la creación de puestos de trabajo. Las mujeres representan un importante porcentaje de la fuerza laboral del país, según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEI) 2022, el 36.7% de mujeres se encontraba dentro de la población económicamente activa. Además, se debe tener en cuenta que muchas mujeres trabajan en la informalidad, imposibilitando un óptimo desarrollo del negocio. Estas consideraciones son fundamentales para evidenciar el potencial de las mujeres y sus emprendimientos, haciendo un llamado urgente a implementar políticas y herramientas que permitan que ellas, sus familias y negocios crezcan y prosperen.

Pero, según la emprendedora y consultora en emprendimiento femenino, Josette Dijkhuizen, el impacto va más allá de lo económico. Emprender va a representar la creación de valor social al generar nuevas redes y propuestas diferentes dentro del tejido de la sociedad, generando bienestar personal y autonomía. Todo esto contribuye integralmente a los emprendimientos pero sobre todo, a quienes forman parte de la sociedad.

3 | Genera una cadena de inspiración transformadora

Ante un mundo donde aún las mujeres nos vemos limitadas por una serie de barreras de toda clase, emprender puede servir como una “luz al final del túnel” para otras mujeres. No solo las inspiramos a soñar y establecer objetivos, sino que a partir de nuestro accionar logramos motivarlas a ponerse manos a la obra y hacer realidad sus ideas. No solo eso, creamos una comunidad cimentada en la confianza, el apoyo mutuo y las ganas de crecer en todo aspecto, lo cual va a impactar en la creación de sociedades más plurales e igualitarias para las niñas y jóvenes. Poner en valor el talento femenino supone un enriquecimiento fundamental a nivel colectivo.

Sigamos caminando y superando nuestros obstáculos juntas

Colectivos como Wonder Woman Guatemala y Mujeres Emprendiendo Guatemala son dos ejemplos de que este fenómeno se vuelve cada vez más importante en nuestras comunidades. La creación de estas organizaciones les da un espacio y atención especial a las mujeres emprendedoras (y a aquellas que desean serlo), y las dotan no sólo de conocimientos y herramientas que permiten capacitarlas en temas tan importantes para el negocio como la gestión de finanzas y creación de valor. Sino también les dan ese empuje de confianza e inspiración a partir de una comunidad conformada por mujeres, donde se apoyan y aprenden de sí mismas y del resto.

Es cierto que hemos avanzado mucho, pero la tarea no ha terminado: esta es una responsabilidad colectiva de la cual tenemos que seguir haciéndonos cargo. Por eso es importante trabajar para evitar que los emprendimientos femeninos permanezcan o se estanquen en una etapa de “micro emprendimiento” o “startup”, e impulsar herramientas y políticas que les permitan crecer y prosperar. Esa será la forma que nos mantendrá remando: convirtiendo los desafíos y dificultades en aprendizajes y oportunidades.